2022 02 10 – Motín en la Antártida

Solo en la Antártida con un tripulante sicótico y violento armado con un cuchillo grande.

No se preocupen, la historia termina bién.

*NUEVO*.

Video con documentos soporte.

Los 3 cochinitos y el Jabalí Malvado, o cómo NO elegir a sus tripulantes

 

Contenido

  • El motín
  • Quién es JGT?
  • Porqué pasó esto?

El motín

2 de febrero 2022: Sonabia 2 zarpa de Puerto Williams rumbo a la Antártida. A bordo Eric (capitán) y JGT (tripulante).

10 de febrero, Archipiélago Melchior, Antártida. Estamos a punto de zarpar de nuestro fondeadero. JGT tiene un episodio sicótico.

«Quiero desembarcar ahora, quiero desembarcar ahora, da la vuelta ahora, etc.». No hay forma de hacerle entrar en razón.

Mientras recupero una línea de tierra (cuerda atada a una roca),  JGT tira al agua la guadaña y el machete utilizados para cortar algas.

«No quiero armas a bordo!» grita, «No confio en tí y no confio en mí tampoco».

Bueno… EL está armado con un cuchillo grande que trajo a bordo.

JGT se vuelve más y más agresivo e intenta intimidarme: profiere amenazas, busca el contacto físico.

LLamo a  Maite (mi pareja) por teléfono satelital. Si no la contacto en 24 horas, llamará a la Armada de Chile.

Digo esto a JGT. Mi seguro de vida, le digo. La respuesta de JGT «Entonces si te impido llamar, vendrán por nosotros».

No es exactamente lo que esperaba. Entonces llamo directamente a la Armada Chilena por teléfono satelital y los informo de un motín a bordo.

A partir de este momento la Armada de Chile mantendrá contacto permanente por teléfono satelital y mantendrá a mi pareja informada.

Cada vez que hablo por teléfono, JGT grita como un burro rabioso, casi cubre mi voz.

Disculpen la comparación. Los burros son majos.

En un momento dado, JGT me impide llegar a la mesa del piloto. Parece ocupado tomando fotos, escribiendo notas… Obviamente no está pilotando el barco.

Ó JGT quiere tomar el control del barco ó quiere causarle daños, asi estará socorrido. Y como bono adicional, me hará responsable de lo que ocurriese.

Paranoia? NO. En una discusión anterior (8 de febrero) él dijó varias veces que soy responsable de SUS errores (sic), y que si no puedo impedir que ÉL cometa errores no soy ningún capitán (sic).

Parece raro pero legalmente esto es cierto… Excepto que declaré un motín. En este caso él es totalmente responsable de sus actos, no el capitán.

JGT bloquea el acceso una primera vez. Después de varios minutos, retrocede a regañadientes y puedo acceder a la mesa del piloto.

Un momento después, hace peor. Bloquea la entrada de la cabina y me empuja hacia afuera. Primera agresión física.

Ya basta! El barco anda sin piloto en una bahia angosta y peligrosa (el «Sound»).

Lo agarro, impido que saque su cuchillo y le asesto dos puñetazos.

Entonces me pongo persuasivo para que se calmará (utilizo una llave al cuello y una cuerda de amarre). Después de un rato, hace la señal significando que se quedaría tranquilo.

A partir de este momento sigue agitado, pero deja de ser  agresivo. En lugar de esto se dedica a hacer selfies de su nariz sangrienta.

Selfie de JGT

Lo dejo hacer llamadas por la radio. Llama a todos los barcos alredededor pidiendo auxilio.  Sin embargo me quedo con el teléfono satelital. Más seguro.

Mientras rodeamos las Islas Melchior esperando instrucciones, la Armada de Chile envia dos veleros en apoyo.

El plan inicial era escoltarnos hasta la base González Videla. Sin embargo JGT arma un escandalo. No quiere ser remitido a las autoridades chilenas.

Entonces acepto un plan B y nos encontramos con el velero Y entre las islas Melchior Eta y Omega. Tenemos que navegar en una niebla espesa.

La niebla y las rocas no señaladas en la carta hacen la cosa más interesante. Gracias JGT.

Alcanzamos el punto de la cita, abarloamos los dos barcos y JGT salta abordo del Y.

JGT espera navegar de vuelta a Puerto Williams en el Y. Negativo. La tripulación del Y no quiere JGT  a bordo (cómo información, hay una neurosicóloga a bordo y ella evalua su estado mental).

Entonces el capitán del Y lleva JGT en su zodiac y lo deja en una estación argentina desocupada en otra isla, a 2 millas de distancia. Pasará la noche alla.

Pero antes que nada, le descomisa el cuchillo.

El día siguiente, el buque argentino Bahia Agradable recupera JGT (las armadas Argentinas y Chilenas patrullan la zona por turno).

Después de librarme de JGT, navegué más al sur por la Antártida, y de vuelta a Puerto Williams, en solitario. Esto fué un viaje fantástico, y el Sonabia 2 se portó de maravillas.

En el camino de vuelta, paré en la base Chilena Gonzalez Videla. Tuve la oportunidad de encontrar esta gente simpática y darles de viva voz las gracias por su soporte.

 

Quién es JGT?

Su nombre es Josu Guerra Tolosa (en realidad Jesus María Guerra Tolosa) Vive en  Hondarribia, España y es dueño del velero Spirit of Anuk.

Cuando escribí este post, el 24 de abril 2022, queria conservarlo anónimo. Sin embargo, el 29 de abril me enteré que JGT había publicado un artículo en una revista vasca, con nombres y datos personales.

Que asi sea.

En su versión, él es el héroe y la víctima. Mezcla hechos y fechas, hay omisiones e inventos. No se preocupa de las contradicciones.

Sin embargo su texto da información sobre su estado de ánimo. Confirma al  100% lo que nosotros (Maite e Yo) habiamos analizado después de lo ocurrido.

 

Porqué sucedio esto?

1) No conocía bién JGT y había navegado muy poco con él.

Él ayudó espóntaneamente en la construcción del Sonabia 2 (trabajó 64 horas). Como agradecimiento, le invitamos a navegar en la Antártida.

Además queriamos evaluar su potencial como tripulante, para futuros viajes. Él estaba bastanto orgulloso de su experiencia de navegante.

2) Alta auto-estima pero sin experiencia en las latitudes altas.

Escribe (traducido del Vasco)  «soy oficial de la marina mercante, un navegante de alturas, un marinero profesional, no soy un novato, soy un marinero de pleno derecho«

Pero nunca navegó en los cuarenta rugientes, los cincuenta aullantes y menos aún en la Antártida. Navegar con turistas en el Mar Mediteráneo no te prepara para esta experiencia.

3) Un dador de lecciones que no acepta su propia ignorancia.

Antes de zarpar, JGT me dió una clase extensa sobre el tema «siempre respeto a mis tripulantes, nunca les grito etc.».

Mensaje recibido, soy bastante grosero. Cuando trate con él, respeto y no gritarle.

Sin embargo, a la primera observación que le hice (con todo el respeto, como él exigió) me explotó a la cara y amenzó con dejar el barco.

Saliendo de Puerto Williams hizo la maniobra para largar amarres.  Maniobra con mucho estilo pero poco segura en zonas de mucho viento. Así se lo dije. Para él esto fue una critica inaceptable.

No reaccioné a su explosión y esto fué un error. Tenia que haber dado la vuelta y haberle desembarcado. Luego era demasiado tarde.

El causante de su crisis fue otra observación, esta vez en la Antártida.

4) El miedo del Paso Drake y la Antártida

La meteo fué fuerte en el Paso Drake y en la Antártida nos encontramos con vientos del este poco acogedores.

Nada excepcional, pero JGT estuvo enfermo durante la mitad del paso del Drake. Después de esto empezó a descuidar sus maniobras.

Confirmación. Escribe (traducido del Vasco) «La Antártida no es mi paisaje. Mi paisaje necesita árboles. Todo allí es blanco y gris. Es un ambiente increíblemente duro. Todo ese hielo, glaciares… (…) Hielo por todas partes, incluso en el agua. Si golpeas estos bloques… Y en el barco, con la calefacción puesta en todo momento, con guantes en todo momento (…) Ahora, ha sido un desafío difícil! Cruzar el Pasaje de Drake (…)».

En otra parte escribe (traducido del Vasco) «Creo que Eric se pone especialmente  nervioso cuando presiente que el tiempo va a empeorar, y tal vez por eso…»

Una típica inversión de roles. Tengo algo de experiencia en las altas latitudes (incluyendo una previa navegación a la Antártida en solitario, 24 navegaciones al Cabo de Hornos etc.). Adivinen QUIÉN se pone nervioso.

5) Poco entendimiento de las condiciones de navegación

JGT tiene pocas luces sobre la meteo de las altas latitudes y  las restricciones que esta impone a la navegación.

Esto fue claro desde el principio. En Puerto Williams, cuando todos los skippers podían ver una clara ventana meteo para cruzar el Drake, él solamente veía mal tiempo.

En algún momento durante su ataque dijo que era incapaz de llevar el barco de vuelta a Puerto Williams. Esto fué honesto.

Mezcle una falta de entendimiento, el estrés y la incapacidad de aceptar su ignorancia y aqui está el conflicto que disparó su crisis

6) El conflicto inicial

8 de febrero 2022. A las 19:00 me fuí a dormir y pedí a JGT que me despertara a las 21:00. Se preveía que el viento iba a cambiar y en mi calidad de skipper, tenia que monitorear esto.

Cuando desperté – solo – a las 21:30, el viento ya había cambiado. El basco golpeaba en las olas y la velocidad había caido de 6-7 nudos a 3 nudos. Sotavento, la Isla Brabant y sus paredes de hielo.

Sin entrar en detalles, el resto de la navegación dependía del timing. Teníamos que mantener nuestra velocidad.

JGT estaba mirando la carta nautica sin hacer nada. Tomé su puesto a la mesa del piloto, dí más revoluciones al motor y el barco recuperó su velocidad y su rumbo inicial.

Le hice una clara crítica: su responsabilidad era despertarme. No hubo forma. Quedaba diciendo que «me habia hecho un favor» al no despertarme, que el cambio de viento  «era sin importancia».

Me esforce para conservar la calma, pero él explotó. Entre otras cosas, me repitió varias veces que YO, en calidad de capitán, era responsable de los errores que ÉL cometia y que si no podía impedir que ÉL hiciera errores no era ningún capitán.

7) Mi falta de paciencia y diplomacia

Tengo problemas para aguantar la incompetencia y las discusiones estúpidas. A menudo, las dos cosas van juntas.

Mientras se hace el trabajo, todo bién. Cuando se hacen las cosas mal o se inicia una discusión sin sentido, aqui llegan los problemas.

También, no veo diferencia clara entre diplomacia e hipocresía. Nada bueno para resolver conflictos.

Cuando JGT me gritó encima, escupiendo salivazos en mi cara y apuntandome con el dedo no lo acepté y empecé a gritarle.

No pude impedirlo aunque sepa que discutir con burros es pérdida de tiempo.

Después de esto, era claro que JGT no servía como tripulante. Simplemente le ignoré. Al menos por algunos días, hasta que el conflicto se enfriara.

8) Violencia planificada

Esto fué demasiada presión para JGT. No podía soportar que lo ignorara, y no tenia la paciencia suficiente para esperar que el conflicto se enfriara. Estaba a punto de volverse violento.

Escribe (traducido del Vasco) «No es fácil manejar eso. Piénsalo, estás en la Antártida, aislado, sin veleros alrededor. Tenía miedo de que la única forma de manejar la situación, de salir de ella, fuera usando la fuerza».

Esto confirma lo que JGT gritaba cuando lanzó las herramientas cortantes por la borda: «No confío en tí y tampoco confío en mí mismo»

Tiempo después aprendí que los profesionales de la salud siempre contemplan la posibilidad de violencia en caso de episodios sicóticos o de ataques de pánico.

9) 2 tripulantes: demasiado arriesgado

Una tripulación de 2 personas funciona solamente si se conocen bién.

Ya había tenido un tripulante que se volvió nervioso y colérico (pero no violento) bajo el efecto del estrés. Lástima que no recordé este episodio antes de zarpar.

Con 3 tripulantes o más, JGT habría sido más fácil de controlar, fisicamente y/o quimicamente. Toda esta m. podría haberse evitado.

10) Ataques sicóticos y de pánico son comúnes en la mar.

Tiempo después, nos enteramos que los episodios sicóticos y los ataques de pánico son frecuentes en la mar.

En su libro  Los Rascadores del Oceano , sobre la pesca en Terranova, Anita Conti habla de un tripulante que se vuelve loco y tira las tablas de su propia cama por la borda.

Por esto los buques hospital españoles que acompañan a las flotas pesqueras tienen celdas de confinamiento.

Además, las altas latitudes empeoran las cosas. Conozco cuatro barcos en los cuales tuvieron lugar estos episodios (ahora son 5). JGT es tan sólo el segundo que se puso violento.

La próxima vez, vamos a seleccionar los tripulantes con cuidado. No en base a su CV, sino en base a su actitud.

 

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